Estrategias innovadoras en LMC: balanceando eficacia, tolerabilidad y calidad de vida del paciente

Fecha
12 jun 2025
Resumen
Durante el congreso EHA 2025, 3 expertos globales compartieron avances cruciales en el manejo de la Leucemia Mieloide Crónica (LMC). La discusión se centró en un enfoque más humano y personalizado, buscando un equilibrio entre la eficacia terapéutica y la calidad de vida de los pacientes, una prioridad en la creciente gama de opciones de tratamiento.
Autor/a

Dra. Natalia Martínez Medina
Innovaciones y resultados en LMC 💡
El Prof. Massimo Breccia, de la Universidad de Roma (Italia) inauguró la sesión abordando las últimas novedades en el tratamiento de la LMC. Presentó el diseño del estudio ASCEMBL, que evaluó Asciminib en pacientes con LMC-FC que ya habían recibido al menos dos inhibidores de la tirosina cinasa (ITKs), incluyendo casos de resistencia o intolerancia. Los datos, actualizados al 22 de marzo de 2023, con un seguimiento medio de 3.7 años, mostraron resultados prometedores.

En el estudio ASCEMBL, la evaluación de la severidad de los síntomas reveló que los pacientes experimentaron una interferencia leve con su vida diaria, con una puntuación media de 2.3 puntos en la escala MDASI-CML. Se observó una mayor reducción en la severidad de los síntomas con Asciminib comparado con Bosutinib, aunque algunas diferencias no alcanzaron significancia clínica. Notable es que, en la semana 48, un 47% de los pacientes tratados con Asciminib reportaron una mejora de sus síntomas, frente a un 20% con Bosutinib.
El Prof. Breccia también recapituló la eficacia y seguridad de Ponatinib en los estudios PACE y OPTIC. Ponatinib demostró una tasa de respuesta BCR::ABL1 ≤ 0.1% del 46% a los 60 meses en el estudio OPTIC (régimen de 45 mg/día), manteniendo una respuesta duradera. Se destacó una reducción del riesgo general de eventos adversos de aproximadamente el 60% en el estudio OPTIC en comparación con PACE, gracias a las reducciones de dosis proactivas.

Redefiniendo objetivos y desafíos 🌱
La Dra. Susanne Isfort del Hannover Medical School, (Alemania) profundizó en la "Redefinición de los objetivos del tratamiento: mejorando la eficacia y mejorando la tolerabilidad y la calidad de vida del paciente". Ilustró cómo los objetivos han evolucionado de la supervivencia a la remisión molecular profunda (RMP) y, finalmente, la remisión libre de tratamiento (TFR). A pesar de que los ITKs han prolongado significativamente la supervivencia, persisten necesidades no cubiertas: casi el 50% de los pacientes recién diagnosticados no alcanzan la remisión molecular mayor (RMM) a los 12 meses, y el 40% están insatisfechos con los efectos secundarios, lo que lleva a un tercio a omitir dosis.

La Dra. Isfort enfatizó que la selección del ITK debe ser personalizada, considerando: el objetivo terapéutico, las preferencias del paciente, el perfil de riesgo de la LMC, la seguridad y tolerabilidad, posibles interacciones farmacológicas, comorbilidades y facilidad de administración. Resaltó que el TFR exitoso solo se logra en un 20% de los pacientes y que la intolerancia a los ITKs es muy individualizada, impactando directamente la calidad de vida y la adherencia.
Estrategias Clínicas y la Perspectiva del Paciente 🗣️
El Dr. Dennis Kim del Princess Margaret Cancer Centre, (Canadá), con su presentación sobre "Desafíos en la navegación del tratamiento: perspectivas clínicas sobre las estrategias de tratamiento", abordó la toma de decisiones mediante 3 casos clínicos. Presentó escenarios de intolerancia y resistencia a ITKs que requieren un cambio temprano de terapia, subrayando la importancia de la estratificación genética de riesgo.

Destacó que la adherencia al tratamiento es clave: un 90% de adherencia se asocia con tasas significativamente más altas de RMM (94% vs 14%) y RMC (44% vs 0%) en pacientes tratados con Imatinib. Las guías ELN 2020 consideran la intolerancia y la resistencia como factores críticos para el cambio de terapia. La evaluación de la Calidad de Vida (CdV) es fundamental, ya que influye en las decisiones terapéuticas y mejora la adherencia. Además, se señaló que, aunque aproximadamente el 30% de los pacientes con LMC son menores de 50 años, la baja adherencia en este grupo demográfico es un desafío que puede comprometer los resultados a largo plazo.
Los doctores concluyen que el camino a seguir es la personalización del tratamiento. La eficacia sigue siendo un pilar, pero la tolerabilidad y la calidad de vida del paciente son igualmente cruciales.