CONTACT-02: Resultados finales de OS con Cabozantinib (C) más atezolizumab (A) frente a segunda terapia hormonal novedosa (NHT) en pacientes (Pts) con cáncer de próstata resistente a la castración metastásico (mCRPC)
Fecha
17 sept 2024
Resumen
El doctor Neeraj Agarwal, oncólogo del University of Utah Health, USA, presentó los resultados finales de supervivencia global (OS) del estudio CONTACT-02, que comparó la combinación de cabozantinib y atezolizumab con una segunda terapia hormonal novedosa en pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración metastásico (mCRPC). El estudio buscó explorar si la combinación de estas terapias podía ofrecer una mejora en la supervivencia de estos pacientes con características de alto riesgo.
El estudio CONTACT-02 es un ensayo clínico fase III, aleatorizado 1:1, diseñado para evaluar la eficacia de la combinación de cabozantinib (40 mg diarios) junto con atezolizumab (1200 mg cada 3 semanas) frente a una segunda terapia hormonal novedosa, que podía ser abiraterona (1000 mg diarios con prednisona 5 mg dos veces al día) o enzalutamida (160 mg diarios).
Los pacientes incluidos debían tener un diagnóstico confirmado de mCRPC, haberse progresado tras una primera terapia hormonal novedosa, y tener un ECOG 0 o 1. Se excluyeron aquellos pacientes que habían recibido más de un tratamiento sistémico para mCRPC.
En total, 575 pacientes fueron aleatorizados: 289 en el brazo de cabozantinib-atezolizumab y 286 en el brazo de segunda terapia hormonal novedosa. En cuanto a las características basales, una alta proporción de los pacientes presentaba factores de mal pronóstico, como metástasis viscerales (75% en el grupo de Cabozantinib-Atezolizumab y 74% en el grupo de NHT), metástasis óseas (80% y 79%, respectivamente) y un alto porcentaje de pacientes con un ECOG 1.
Los resultados principales mostraron una mediana de supervivencia libre de progresión (PFS) de 6.3 meses en el grupo de Cabozantinib-Atezolizumab frente a 4.1 meses en el grupo de NHT, con una razón de riesgo (HR) de 0.63. En los subgrupos analizados, los pacientes con metástasis hepáticas obtuvieron una mediana de PFS de 6.2 meses con Cabozantinib-Atezolizumab frente a 2.1 meses con NHT y aquellos con metástasis óseas presentaron una mediana de 6.3 meses con Cabozantinib-Atezolizumab versus 4.1 meses con NHT.
En cuanto a la supervivencia global (OS), los resultados finales indicaron una mediana de OS de 14.1 meses en el grupo de Cabozantinib-Atezolizumab frente a 15 meses en el grupo de NHT, con un HR de 0.89. Aunque no se alcanzó significancia estadística, se observó una reducción en el riesgo de muerte del 11% con el uso de Cabozantinib-Atezolizumab.
Entre otros desenlaces relevantes, el tiempo hasta la quimioterapia fue significativamente más largo en el grupo de Cabozantinib-Atezolizumab, con una mediana de 19.6 meses frente a 10.4 meses con NHT (HR, 0.59, IC 95% 0.45-0.77). El tiempo hasta eventos esqueléticos sintomáticos también favoreció a la combinación con 24 meses frente a 17.3 meses con NHT (HR, 0.73, IC 95% 0.44-1.20).
En términos de seguridad, ambos grupos presentaron una alta incidencia de eventos adversos. En el grupo de Cabozantinib-Atezolizumab, el 60% de los pacientes experimentó eventos adversos de grado 3-4, en comparación con el 45% en el grupo de NHT. Los efectos adversos más frecuentes en el grupo de Cabozantinib-Atezolizumab fueron la diarrea (5% de grado 3-4), la fatiga (4%) y el apetito disminuido (6%). En el grupo de NHT, se reportaron porcentajes más bajos de diarrea (1%) y fatiga (3%).
Las razones para la discontinuación del tratamiento variaron entre los dos grupos. En el brazo de Cabozantinib-Atezolizumab, un 14% de los pacientes descontinuaron el tratamiento debido a eventos adversos relacionados con el tratamiento, en comparación con sólo el 2% de los pacientes en el grupo de NHT. Las otras causas de discontinuación fueron progresión de la enfermedad (22% en ambos grupos), decisión del médico o del paciente, y otros motivos no especificados.
El estudio CONTACT-02 confirmó que la combinación de cabozantinib y atezolizumab ofrece una mejora significativa en la PFS, especialmente en pacientes con metástasis viscerales, aunque no se alcanzó una significancia estadística en la OS. Los resultados en términos de seguridad son consistentes con lo esperado para estos tratamientos, subrayando la necesidad de un manejo adecuado de los efectos adversos.