Conjugados Anticuerpo-Fármaco (ADCs) en desarrollo: ¿Quién puede beneficiarse?
Fecha
2 abr 2024
Resumen
La doctora Felip destacó la urgencia de nuevas opciones terapéuticas para NSCLC tras la progresión post-quimioinmunoterapia. Revisó terapias históricas y actuales, subrayando la falta de opciones en la segunda línea de tratamiento.
Durante su presentación, la doctora Felip revisando el panorama terapéutico para pacientes con NSCLC en líneas de tratamiento posteriores destacando la necesidad urgente de nuevas opciones tras la progresión de la enfermedad post-quimioinmunoterapia. Enumeró las terapias disponibles hasta la fecha, incluidas las aprobaciones históricas (con medicamentos como el erlotinib, el pemetrexed, pembrolizumab, nivolumab, afatinib, ramucirumab + docetaxel) y las limitaciones actuales para pacientes sin alteraciones genómicas accionables, subrayando el vacío terapéutico existente en la segunda línea de tratamiento y más allá.
La doctora Felip procedió a discutir varios ADCs en etapas avanzadas de desarrollo, enfocándose en aquellos con potencial para llenar el vacío terapéutico en NSCLC. Destacó:
Trastuzumab Deruxtecan (T-DXd): Aprobado para pacientes con mutaciones HER2, mostrando una tasa de respuesta del 55% en estudios iniciales y abordando la toxicidad, específicamente la enfermedad pulmonar intersticial (ILD).
Patritumab Deruxtecan: Dirigido contra HER3 con resultados prometedores en pacientes previamente tratados con inhibidores de TKI de EGFR y quimioterapia (tasa de control de la enfermedad de 72%)
Datopotamab Deruxtecan (Dato-DXd): Un ADC dirigido contra TROP2, con un estudio de fase tres que mostró beneficio en PFS en comparación con la docetaxel, especialmente en pacientes con NSCLC no escamoso y alteraciones genómicas accionables.
Sacituzumab Govitecan: Un ADC que también se dirige a TROP2, aunque un reciente comunicado de prensa indicó que no cumplió con el objetivo primario de mejora en la supervivencia global en su ensayo de fase tres.
SKB264 y SGN-B6A: Otros ADCs en desarrollo que apuntan a diferentes biomarcadores y mostraron actividad en ensayos de fase temprana.
Como conclusión, la doctora destaca las principales barreras para la adopción de ADCs en la práctica clínica, que incluyen preocupaciones sobre la toxicidad, la falta de biomarcadores claros para la selección de pacientes, y el impacto incierto en la calidad de vida de los pacientes. Subrayó la importancia de la gestión de la toxicidad y la selección adecuada de pacientes para maximizar los beneficios de estas terapias innovadoras.