El ejercicio neoadyuvante muestra resultados prometedores en el cáncer de próstata localizado
Fecha
3 ago 2024
Resumen
Los datos observacionales han mostrado que el ejercicio posterior al diagnóstico está asociado con una reducción del riesgo de muerte por cáncer de próstata. Sin embargo, la viabilidad y la actividad biológica tumoral de la terapia con ejercicio no se conocen. Por esto el doctor LeeW. Jones y colegas decidieron ejecutar un estudio para verificar si la terapia de ejercicio neoadyuvante es factible y segura, y que efectos tienen en la actividad biológica en hombres con cáncer de próstata localizado. Además el estudio identifica la dosis recomendada para futuros ensayos de fase 2.
Un estudio de fase 1a, liderado por Lee W. Jones y su equipo, evaluó la factibilidad y seguridad de la terapia de ejercicio en hombres con cáncer de próstata localizado. Participaron 53 hombres inactivos con cáncer de próstata no tratado previamente, programados para una resección quirúrgica. Las dosis de ejercicio variaron entre 90 y 450 minutos por semana, administradas de forma remota mediante caminatas en cinta a intensidad moderada.
Los resultados mostraron que todas las dosis fueron factibles, con un índice de intensidad de dosis de ejercicio relativo (REDI) del 75% o más en la mayoría de los pacientes. Las dosis de 225 minutos por semana demostraron ser especialmente prometedoras, con una disminución media en la proliferación celular tumoral (Ki67) de -1.3% y una reducción en los niveles de antígeno prostático específico (PSA) de -0.5 ng/mL. No se observaron eventos adversos graves.
La población del estudio tenía una edad media de 61 años y la mayoría presentaba comorbilidades significativas como hipertensión (47%) e hiperlipidemia (60%). El diseño del estudio fue no aleatorizado y se utilizó una plataforma digital descentralizada para el monitoreo y la administración de la terapia de ejercicio. Los cambios fisiológicos en los pacientes incluyeron una mejora en la capacidad de ejercicio y una reducción en el peso corporal y la presión arterial.
En cuanto a la actividad tumoral, los niveles de Ki67 y PSA disminuyeron notablemente en las dosis de 225 a 375 minutos por semana. La dosis de 225 minutos por semana (aproximadamente 45 minutos por sesión, 5 veces por semana) fue seleccionada como la dosis recomendada para futuros ensayos de fase 2, debido a su equilibrio entre factibilidad y efectividad.
Este estudio subraya el potencial de la terapia de ejercicio neoadyuvante como una estrategia antitumoral en el cáncer de próstata localizado. La dosis de 225 minutos por semana ha sido identificada como la más adecuada para futuros ensayos, abriendo nuevas posibilidades para el tratamiento complementario del cáncer de próstata y posiblemente otros tumores sólidos.