Directrices actualizadas para cáncer de pulmón de célula no pequeña en estadio III
Fecha
25 jul 2023
Resumen
ASCO ha actualizado sus recomendaciones para el tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico en estadio III, incorporando nuevas opciones terapéuticas. La actualización incluye el uso de osimertinib adyuvante, quimioinmunoterapia neoadyuvante y biomarcadores como EGFR y PD-L1 para mejorar la selección de tratamientos y prolongar la supervivencia de los pacientes.
Debido a la rápida evolución en el tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico en estadio III, gracias a diversos ensayos clínicos como el Adaura, el CheckMate-816 y el KEYNOTE-671, ASCO ha decidido revisar y actualizar sus recomendaciones para el manejo de pacientes con esta afección. Esta actualización incorpora nuevas opciones terapéuticas que incluyen a candidatos a cirugía, pacientes con antecedentes de enfermedad resecada y aquellos con mutaciones genéticas específicas.
Entre los puntos más importantes destacan el papel de osimertinib adyuvante tras la quimioterapia basada en platino en pacientes con CPNM en estadio III resecado con deleción del exón 19 del EGFR o mutación del exón 21 L858R. El valor de la quimioinmunoterapia neoadyuvante, quimioterapia neoadyuvante o quimiorradiación concurrente neoadyuvante en pacientes con CPCNP en estadio III en los que se haya considerado la resección quirúrgica, usando nivolumab más quimioterapia con doblete de platino y pembrolizumab neoadyuvante con quimioterapia basada en cisplatino antes el procedimiento.
Por otra parte, en la actualización se menciona la necesidad del uso de biomarcadores, especialmente mutación del EGFR y la expresión de PD-L1, no solo para abordar la enfermedad metastásica, sino para determinar los candidatos a inmunoterapia y la terapia dirigida con enfermedad en estadio inicial, así como en la localmente avanzada, estas pruebas deben estar aprobadas y validadas.
Así pues, cada día se van dando a conocer diferentes opciones y perspectivas de manejo en el cáncer de pulmón que permiten a los oncólogos escoger las mejores alternativas para prolongar la supervivencia global de los pacientes y controlar la enfermedad.