Beneficios de los nuevos SERD orales en el tratamiento del cáncer de mama avanzado resistente a la endocrinoterapia
Fecha
5 ago 2024
Resumen
La investigación sobre nuevos SERD orales, como el camizestrant, muestra promesas en el tratamiento del cáncer de mama avanzado resistente a la endocrinoterapia. La editorial creada por la Dra.Ilenia Migliacciode en el Annals of oncology de este mes explora los resultados recientes y las implicaciones para futuros tratamientos.
Los tumores positivos para el receptor de estrógeno (ER+) representan aproximadamente el 75% de los cánceres de mama y se manejan principalmente con terapias endocrinas. Sin embargo, la resistencia a la endocrinoterapia, especialmente en casos con mutaciones en ESR1 (ESR1m), ha llevado al desarrollo de nuevos degradadores selectivos del receptor de estrógeno (SERD). Recientemente, se aprobó el SERD oral elacestrant para el tratamiento del cáncer de mama metastásico con ESR1m, destacando el interés clínico en este enfoque.
En la edición de agosto de Annals of Oncology, Hamilton y colegas presentan datos de seguridad y tolerabilidad del camizestrant, un nuevo SERD oral, en el ensayo clínico de fase I SERENA-1. La población del estudio, que incluía pacientes con cáncer de mama ER+/HER2- pretratados, mostró una alta proporción de mutaciones ESR1m (49%) antes de iniciar el tratamiento. El camizestrant fue bien tolerado, con efectos adversos comunes como efectos visuales y bradicardia, en contraste con los efectos gastrointestinales observados en otros SERD.
La tasa de respuesta global (ORR) y la supervivencia libre de progresión media (mPFS) se evaluaron como puntos finales secundarios. Los pacientes sin ESR1m mostraron una ORR del 2.5% y una mPFS de 3.6 meses, mientras que aquellos tratados con inhibidores de CDK4/6 por menos de 12 meses tuvieron una ORR del 7.1% y una mPFS de 1.9 meses. Estos resultados, similares a los del ensayo EMERALD, sugieren que la actividad clínica del camizestrant puede ser menos prominente en ciertas subpoblaciones.
Las mutaciones ESR1m parecen indicar una dependencia continua de la señalización del ER, pero la ausencia de actividad clínica en pacientes sin ESR1m plantea preguntas sobre la utilidad de ESR1m como biomarcador predictivo. Además, las mutaciones en ESR1 no capturadas por las pruebas actuales podrían beneficiarse de los SERD, y los mecanismos de resistencia a los inhibidores de CDK4/6 complican aún más el manejo.
El análisis farmacodinámico exploratorio del SERENA-1 mostró que una mayor reducción en ESR1m ctDNA tras un ciclo de tratamiento se correlacionó con una mayor PFS y beneficio clínico. Sin embargo, estos resultados son preliminares y se requiere más investigación para confirmar su papel predictivo. Cambios en los niveles de receptores de estrógeno y progesterona también fueron evaluados, pero el tamaño reducido de la muestra limita las conclusiones definitivas.
El avance de los SERD orales, como el camizestrant, en el tratamiento del cáncer de mama resistente a la endocrinoterapia muestra resultados prometedores, pero plantea preguntas sobre la selección de pacientes y los biomarcadores predictivos. La investigación futura debe centrarse en entender mejor las subpoblaciones que más se benefician y desarrollar biomarcadores más precisos para guiar el tratamiento.